Todo el dinero lo sacó de su bolsillo Paco Gómez y por eso es el amo. Nadie quiso saber nada de lo que es nuestro patrimonio sentimental, uno de los más fuertes en esta tierra como es el FC.
A ello me refería en uno de mis últimos artículos resaltando cómo somos los de esta ciudad cuando un lector argumentaba que si yo entonces era cartagenero o me consideraba de Madrid. En esa situación y en todas yo he sido, soy y seré cartagenero y no sé por qué mis paisanos como éste tienen que criticar a alguien que tanto siente y defiende lo nuestro. Parece como si hubiera un estado crítico contra todo y contra todos.
Pensaba entonces en las grandes empresas, en los cartageneros con dinero o en grupos de aficionados que se unieran para comprar acciones que tenían un precio muy alto. Nadie. Yo tampoco. No tuve ofrecimiento de grupo alguno para hacer un esfuerzo, pero me parece que la ciudad como grupo social dio otra vez un mal ejemplo de desinterés y falta de amor por lo suyo. Y eso es así por mucho que puedan criticarme, justa o injustamente.
En cuanto llegan los momentos en que debemos dar el do de pecho, nadie se echa hacia adelante. Sólo tenemos que mirar la nómina de altos cargos de responsables de la ciudad y seguramente no hay ni uno de Cartagena. Y eso es muy triste y da significado a muchas cosas.
Nos dejamos guiar, confiamos en que hagan los esfuerzos los demás y así no hay forma de avance. Me duele ya repetir y escribir que sin medios informativos propios y sin políticos convencidos del interés y el sentimiento cartagenero es difícil obtener la provincialidad de Cartagena. Y sin esos medios informativos y sin esos políticos y, por tanto, sin provincia, continuaremos estancados o en un progreso muy lento.
El recientemente fallecido y llorado Luis Ruipérez entendió tan bien cada una de las necesidades de Cartagena que se puso en su momento al frente de la provincialidad, pero necesitamos siempre que el cuerpo social arrope y no sea pasota. Y ahí estamos, ni hacia adelante ni hacia atrás.
No lo voy a repetir más. Me considero de Cartagena como el primero y siento tan profundamente las alegrías y tristezas de mi tierra como los que sufren y gozan con nuestras cosas. Me fui a estudiar fuera, en su momento, porque aquí no había oportunidad, busqué empleo en Madrid porque en Cartagena era imposible y, ya saben, se casa uno, tiene hijos, echa raíces y después es muy difícil dar marcha atrás.
Además siempre hago la misma pregunta : ¿cuántos me ofrecieron un puesto de trabajo para que volviera?. Nadie. ¿He tenido alguna oportunidad de volver y luchar por mi tierra desde la tierra?. Ni una. Pero año tras año, he luchado por Cartagena en todos los sitios donde he estado. ¿Con qué armas? Pues con las que tengo, la palabra y la pluma. Y en este campo me he esforzado al máximo.
No me pregunten por tanto si, cuando me conviene, soy de Cartagena y, cuando no, de Madrid : soy de Cartagena, soy la Virgen de la Caridad, marrajo y del FC y así seguiré hasta el último día. Denunciando lo de Ferrmed y Cartagena, que creo representa la dignidad de un pueblo, enfadándome cuando dejaron la oportunidad de que CT, que es la ciudad del submarino, lo fuera, y no se aprovechara Torrevieja, a los que dejamos el chollo, y luchando para hacer una plaza de toros porque todas las ciudades españolas con prestigio la tienen y creando –yo el primero- el grupo que lucha todavía denodadamente por ello como recordarán Tomás Martínez Pagán, Miguel Ángel Cuevas, José Jesús Guillén y Francisco Gómez, el gran impresor cartagenero.
Y he defendido y luchado para que nuestra Semana Santa esté en los lugares que le corresponde y, por supuesto, para que el FC tenga la categoría que hoy ostenta y que no se puede perder nunca más. En fin. Todo lo que puede ser bueno para Cartagena y debe tener.
Y, por eso, humildemente repito Cartagena sí, Cartagena siempre.
Y salud y alegría para todos.
