25 de junio de 2014, 12:58
Lo repito para esos contumaces que siempre me lo recuerdan, los foreros anónimos : ni lo hemos sido nunca ni somos nada en el panorama futbolístico nacional. Otra vez: no-so-mos-na-da-en-el pa-no-ra-ma-fut-bo-lís-ti-co-nacional. ¿Está claro o lo vuelvo a repetir?
También sé, porque es evidente, que Murcia, Cádiz, Oviedo, Hércules etc nos dan mil vueltas por sus años en Primera y sus estancias larguísimas en Segunda. No me lo recuerden que bien presente lo tengo. Y los envidio. Equipos todos que representan a capitales de provincia. No se puede olvidar nunca lo de Cartagena provincia y lo que significa y el poder y las ayudas de los que mandan y encima quieren humillar a los demás. Menos mal que Vigo y Gijón sacan la cabeza sin serlo.
Aclarada nuestra situación, defiendo que esto puede cambiar. Que-pue-de-y-de-be-cam-biar. Somos quizá la única ciudad española importante que no ha podido sacar pecho en lo del fútbol (como en otras tantas cosas) y adaptarse y resignarse no dice nada bueno en la historia y personalidad de un pueblo.
“Es que siempre ha sido así”. Sí, sí, así para las familias que nadie iba a la universidad hasta…que salió uno, se hizo licenciado y…sus hijos después les siguieron. Sus hijos y los hijos de sus hijos.
“Es que siempre ha sido así” decían de la selección nacional de fútbol, que no ganaba una y era sistemáticamente y pronto eliminada de todas las competiciones…hasta que ganó Copa de Europa, Mundial y otra vez Copa de Europa, todo seguido. Dejó de ser así y fue asao. Han vuelto este Mundial a la historia más negra.
Y seguirían los ejemplos hasta el infinito. Ser así, unos gafaos siempre perdedores, no tiene por qué ser así eternamente.
Decir que somos campeones de la mala suerte es abrir los ojos y ver la realidad. También primeros en incompetencias grandísimas, grandes, medianas y pequeñas. Un cóctel terrorífico.
Mala suerte es poner el partido contra el Avilés a las 12 de la mañana para que los asturianos sufran mucho el calor y …llueva, esté nublado y haga una temperatura agradable. Incompetencia es plantear mal el partido y jugarlo peor. Mala suerte (¿) es que el mejor jugador del año, Carlos David, esté desastroso en los dos partidos de la eliminatoria e incompetencia es que se deje echar faltando media hora en el segundo partido. Mala suerte no, incompetencia sí, es que nos marquen un gol –en el partido de la “remontada” cuando nos ha pasado ni un minuto del inicio y que sea las octava o novena vez que ocurre en la temporada. Mala suerte es que tengamos a Manzano y su Cordobazo, que nos traiga a Oliver, el de los sablazos, que llegue Paco Go y sus locuras y finalmente los de Valencia (uno tras otro salvo la gota de agua de Fran de Paula). Mala suerte e incompetencia cosidas. Mala suerte es echar a tantos entrenadores mediocres o pésimos e incompetencia haberlos traído. Mala suerte es que fallemos un penalti ante el Vecindario pero incompetencia que Aranguren hiciera esas alineaciones de ida y vuelta ante el Córdoba con unas explicaciones absurdas. Mala suerte es que hagan partidos malos, normal en el fútbol, pero lo otro es que este domingo juegue una defensa y al siguiente otra y al otro no se sabe. Mala suerte e incompetencia a la vez es llegar al play-off sin entrenador como pasó ante el Caudal sumado a una dosis de incompetencia supina. Mala suerte es que Getafe y Racing se pongan de acuerdo y dejen al Cartagena en la cuneta. Mala suerte es pudiendo subir con un empate ante el Córdoba perdamos por 1-2 extrañamente, a lo que unimos una generosa dosis de incompetencia. Mala suerte es ver nuestra historia gafada pero teniendo que admitir que cuántas cosas se hicieron mal, cuánto y cómo. Poner más ejemplos, que los tenemos a manta, sería una historia interminable. Incluso para llenar una enciclopedia de muchísimos libros.
Pero esto debe y puede cambiar. La vida nos presenta muchas facetas que no están escritas y que deben ser producto de nuestra voluntad. Aunque tengo la duda de, si para alcanzar logros futbolísticos y de los otros, tendríamos que cambiar antes a nuestro pueblito, que se las trae. Menos mal que tenemos a los 50 de Avilés, semilla y fermento para no perder toda esperanza. Y a los otros 5000 que desaparecieron tras el descenso de Quirantes, que Dios tenga en su gloria…futbolística por dañino y petardo. Esos que están esperando la 2ª A para volver porque la 2ª B no les gusta.
Mala suerte es la de Las Palmas que se queda donde estaba. Y al Nastic le arrebaten el caramelo ante el imperial y superpoderoso Llagostera de los 8.000 habitantes. Mala suerte tienen muchos, pero difícilmente tanta como nosotros.
Que cambie –que cambie por favor- la racha con Sporto Gol.
